jueves, 14 de abril de 2011

XX-XY


Quisiera saber cuánto hay de cierto en las afirmaciones que se escuchan sobre los niños y las niñas. Ya sabemos que no estamos libres de estereotipos y de tópicos pero realmente eso de tener XX o XY parece que nos marca de alguna manera, aunque probablemente no tanto como lo hace el ambiente y la sociedad en la que nos desenvolvemos.

Frases que he escuchado desde que soy mami de niñas: - Las niñas hablan antes y mejor. - Los niños son más brutos, pero más nobles. - Las niñas son más espabiladas. -A los niños les gusta jugar a pegarse. -Las niñas tienen instinto maternal desde pequeñas. -Las niñas son más presumidas. -Etc.

Y muchas más, pero estoy tan cansada que no atino. El caso es que hoy ELLA, como cada tarde, lo primero que ha hecho en cuanto he ido a buscarle al cole ha sido irse a jugar con sus amigos de clase al fútbol. Y una y otra vez me sorprende ver que es la única niña de su clase que juega al deporte de machitos. Yo mientras tanto me pongo a hablar con los padres o madres de los otros niños y creo que día sí y día también sale el tema de lo bien que juega ELLA al fútbol, porque parece todo un logro que una niña con cara angelical se maneje de esa manera con la pelota. El comentario no va más allá y es totalmente bienintencionado. A mí interiormente me gusta que se valore que mi hija haga algo bien pero siempre me parece que al grupo (me incluyo) nos queda en el aire la frase: “… a pesar de ser niña”.

Luego, después de fútbol, toca ir a danza. Tarde de contrastes. Ahí no hay ningún niño, es algo demasiado delicado (?)… Quitamos el chandal y las deportivas y ponemos las medias, el maillot…Los jueves toca flamenco así que hay que poner falda de volantes y tacones. Hoy ha sido su primer día con los zapatos nuevos. Al verla toda presumida taconeando y feliz a pesar de que no podía ni andar porque le hacían daño y le apretaba la goma, he pensado que no hay ambiente que valga, ni educación, ni modelos de conducta, que la genética tiene el poder. ¿Me ha visto a mí alguna vez con tacones? ¿cómo es posible que me haya dicho: “mamá, me duelen pero no me importa porque ¡¡me encantan!!”? Y entonces he recordado la frase que mi madre me decía cuando me quejaba porque me hacía daño algún zapato o lloraba cuando me daba tirones en el pelo al peinarme: “Hija, si quieres presumir, tienes que sufrir”.

De ahí a parir sin epidural hay sólo un pequeño paso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario