viernes, 16 de noviembre de 2012

Mientras tanto, vive la vida



La “conozco” sin conocerla, desde hace muchos años. Es cuñada de una de mis mejores amigas. Una de esas amigas que me regaló la vida siendo bien pequeñaja y que no se atreve a arrebatármela jamás, por mucha distancia física que siempre haya entre nosotras. Mi amiga acaba de ser re-mamá, así que su cuñada acaba de ser re-tía y yo acabo de ser re-titamiga. Sí, es ella, la que vive en Viena. 
Siempre me ha gustado la “pinta” de su cuñada; su pelo revoltoso y armónico a la vez, su presencia amable, su amplia sonrisa y el color y matiz personal que le da a lo que toca...
Y ahora resulta que nos encontramos en la red, que nos leemos mutuamente y que empezamos a conocernos de verdad. Todo esto cuando probablemente nos vemos menos de lo que nos veíamos hace unos cuantos años ya. ¿Probablemente? ¡Pero si ahora no nos vemos nada de nada! Y me cae bien. Ya me caía bien. Ahora me cae mejor.
Y va y se le ocurre hacerme un regalo. Así, de repente: “de ella para mí por ser yo”. Y va y nombra mi blog en el suyo para darle un premio (junto a otros cuatro) porque : “ me inspiran, que me hacen reír, me entretienen, me entusiasman y me vuelven loquita.... ahí va....”
Este blog discreto, familiar, de andar por casa, de chichinaa. Un blog sin pretensiones, sin publicidad, sin estadísticas...Un blog que no es más que mi forma de gritar en silencio desde el anonimato (de otra forma sería complicado..), mi vía para escapar de mi inseparable  miedo, de lo malo de algunas rutinas...Un mecanismo para intentar hacer el boca a boca a la zona de mi cerebro donde residía la creatividad, antes de que muera definitivamente ahogada por el cansancio. Un intento de mantener vivo lo bonito y de procesar lo malo.

Gracias, guapa.  Mientras tanto, vivimos la vida.

jueves, 8 de noviembre de 2012

La historia del corazón y del retrete


Voy a compartir la historia que me ha contado hoy uno de los chicos con los que trabajo.  Le he pedido permiso y le ha encantado saber que lo va a leer mucha gente. Creo que se ha sentido importante. Necesitamos sentir que lo que contamos le interesa a alguien. Llevamos ya años trabajando juntos. Tiene Síndrome de Asperger (www.asperger.es/)

“Tenía una novia. Me arrancó el corazón, le puso un petardo y estalló en mil pedazos; los echó al retrete y después tiró de la cadena...pero ha llegado A., me ha saludado, me ha hecho una foto con el móvil y sigo con el corazón sin curar pero como también me ha tocado el brazo y no me quita los ojos de encima, el corazón ha empezado a regresar del retrete”.


Y le pregunto: “¿Qué necesitarías para que el corazón vuelva a su sitio y esté como nuevo?
-“Pues que se enamore de mí, lógicamente. ¡Vaya pregunta!”.

¿Cómo titularías esta historia?”
“La historia del amor y el desamor o la historia del corazón y del retrete, lo que más te guste”.

¿Y a quién no le han hecho alguna vez añicos el corazón? Menos mal que existen también los reparacorazones. A mí hoy, por ejemplo, este chico sin saberlo me ha reparado un poquito el desperfecto que supone en mi corazón trabajar diariamente en un contexto en el que soy menos poco yo, que el propio POCOYO...

Es bonito que te curen.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Me veo en sus ojos


Anoche al acostar a ELLA le pregunté:  “¿Cuánto eres de feliz?” “¿Mucho, poco o regular?” (Sí, soy una madre pesada, lo sé).
Se me quedó mirando fijamente a los ojos y no decía nada, sólo se reía, con esa risa cantarina tan dulce que tiene. Le pregunto: “¿Qué miras?” Y me responde: “Me estoy viendo en tus ojos, en lo negro”. “¿Te ves tú en los míos?”
Y me vi en sus ojos, en esos ojos brillantes, inmensos, llenos de vida... y estuvimos mirándonos las dos en las pupilas de la otra. Fue un momento intensamente feliz. No necesito más respuestas.

Me veo en sus ojos.  No sé a quién tengo que dar las gracias pero se las doy.