lunes, 29 de abril de 2013

"La vida está para sentirla"


Este 2013 está siendo un año repleto de emociones de todo tipo. A ratos lo estoy (lo estamos) pasando bastante mal, porque la carga de estrés es descomunal; demasiadas circunstancias complicadas de resolver y todas a la vez. Aun así, nada grave ni que no tenga solución...Y los sueños, cuando se lucha intensamente por alcanzarlos, se convierten en realidad.

¿De cuántos momentos intensos me acordaré cuando finalice este año?

Mi AMIGA, la que estaba muerta de miedo y de ilusión a la vez,  alcanzó su sueño. Ya tiene aquí a sus hijos. Hace un par de fines de semana fuimos a conocerlos. Fue un día inolvidable. Se merecen un post especial sólo para ellos. Cuando me surja lo haré. Y si no lo hago, al menos lo imaginaré.

Mi otra AMIGA, el hada sonriente, nos ha dado un susto y tiene aún la risa en cuidados intensivos. Espero que la vaya recuperando. Ingreso y operación de urgencias. Ha salido bien pero nos ha hecho temblar...Sólo imaginar que podía haber estado tan cerca de la frontera...Ayy! SOS, que la quiero aquí. Momento intenso el abrazo que nos dimos en el hospital.

Sigo con la sensación de desperdiciar la vida, dejando pasar momentos cotidianos únicos e irrepetibles por culpa de este agotamiento crónico y este exceso de exigencias diarias.

Este fin de semana he llorado de risa. Al final opté por ir a la fiesta de cumple vestida de negro, que es muy socorrido y básico, como yo misma. ¡Qué sensación más buena la de volverme a reír hasta tener agujetas en el abdomen! El cumpleaños de la guapa fue todo un éxito.  Una gozada reencontrarme con gente tan maja y con la que mantengo la misma complicidad que en la adolescencia, pasen los años que pasen. Estábamos todas estupendas, guapas, sonrientes y vitales.

Que no merece la pena estancarse en la porquería mental. Que no. Que la vida está para sentirla (que decía el otro día una canción hortera que pusieron en la radio). Y si las cosas van mal...o regular... “ya vendrán tiempos mejores”, como dice una chica con la que trabajo, que no pierde la esperanza de recuperar la autonomía que tenía antes de su accidente; iba en silla de ruedas que no podía manejar, después consiguió ir en silla eléctrica, más tarde empezó a caminar con una muleta y ahora da algunos pasos sin muleta...

¿Y qué son mis problemas? Pequeñeces, temas materiales. ¡¡Pues a vivir, rubia!!!, que “la vida está para sentirla”.

miércoles, 24 de abril de 2013

"Sorprende a tu madre"


La última vez que le hice un regalo fue en su 59  cumpleaños, el 12 de abril, tan sólo unos días antes de que todo cambiara radicalmente para siempre. Fuimos ÉL y YO a comer a la casa de mi pueblo natal y le llevamos unos pendientes. Los mismos pendientes que me entregaron metidos en una bolsa de plástico junto con otros objetos personales que le habían quitado al llegar a la UCI...
Ayer fui de compras. Mi objetivo era comprarme ropa para otra fiesta de cumpleaños que tengo el sábado (los 40 famosos años) y acabé comprándome de todo menos ropa adecuada para esa ocasión. Sigo con el problema de no saber qué ponerme y con menos dinero en la cuenta corriente. Yo sí que valgo. La que cumple años es una chica encantadora, guapa como ella sola, parece una muñeca, tiene una cara preciosa.  Siempre nos hemos llevado bien. Es pija- repija-megapija, pero buena gente.
Yo en plan exploradora buscando ropa que se adapte a mi nueva y voluminosa  figura (o me sobra culo y michelines o me faltan tetas, siempre hay algo que no encaja). Es un número verme a mí yendo de compras. No tengo ni idea de moda, de tendencias... pero intento que lo parezca. No se lo cree nadie. Mientras me pegaba contra el espejo una y otra vez, me bombardeaba la publicidad del día de la madre a modo de eslogan por cada rincón “Sorprende a tu madre” “Sorprende a tu madre”“Especial día de la madre”. Y entonces me dije: “Vaaaaale, voy a sorprenderla”.

La rabia que he sentido durante muchos años hacia ella se ha ido diluyendo con su ausencia y con mi nuevo  papel de madre de dos hijas, como ella. Sigo sin entender muchas de sus actitudes, su extraña escala de prioridades vitales y el abandono y maltrato psicológico al que sometió primero a mi hermana y luego a mí, pero comprendo qué le llevó a tener un desajuste emocional tan grande y a perder el rumbo. Tuvo una vida muy dura. ¿Eso lo justifica todo? Quizá no, pero mala persona no era.

En medio de todo esto tan feo había cosas preciosas y mucho humor. Mi madre era de naturaleza cómica. ELLITA ha heredado esa vena y mami a su vez la heredó de mi BUELI. Muchas veces nos sorprendemos mi sobrina y yo imitando expresiones y gestos de mi madre y nos morimos de risa. Era guapa, simpática, expresiva, cariñosa, sensible y cosía muy bien. La falta de un hombre con un rol convencional en casa le obligó a desenvolverse bien durante años en muchas áreas y no se le ponía nada por delante. La recuerdo empapelando toda la casa ella sola, con un par.

Mamá, ¿te acuerdas de ELLA? La conociste cuando ya tenías demencia así que no estoy segura. Es toda una señorita ya y aprende muy rápido en el cole. Cada vez es más sociable y nos hace sentirnos muy orgullosos. Y tienes otra nieta, ELLITA. Es rubiales y con ojos azules. Te hubiera encantado hacerle vestidos para este verano. Lo luce todo mucho porque es guapetona y muy salada. Como tú dirías: raja por los codos.  El otro día le he hablado por primera vez de ti. Si le preguntas dónde está TITA, dice que en el cielo con Cuska, la perrita.

Esta es mi sorpresa, mami: ya no siento rencor. Pienso a menudo en tus cosas bonitas. Perdona todas mis malas contestaciones y mi falta de apego. Ahora que ya no puedes oírme podría incluso decirte con total sinceridad que te perdono y que te quiero. Ayer te eché de menos.

martes, 16 de abril de 2013

"Sin mirones"




Me ha pasado más veces. He ido de “sobrada” en el tema de tener amistades. A ver si me explico. En varias etapas de mi vida me he dicho: “¡Qué perezón conocer gente! No necesito nuevas amistades porque tengo ya las mejores y cualquier otra “cosa”, por contraste, será peor”. Vamos, que está el listón muy alto, que no sé si tengo muchas amigas (tengo más amigas que amigos, así que se merece un femenino), pero sé que las que tengo son sagradas. Lo hablaba un día con una de ellas; cada vez me importa menos gente, pero la que me importa, me importa cada vez más. Es como si con la madurez una aprendiera a canalizar mejor la energía y el amor. Llega un momento en la vida en la que no se puede seguir haciendo esfuerzos sociales y desperdiciando cariño; se le da al que lo merece y se recibe el que uno merece, sin más misterios. Ya está, así de sencillo. Que no me apetece ir, no voy. Que no me apetece regalar, no regalo. Que no me apetece llamar, no llamo...

Pues bien,  resulta que afortunadamente, se puede seguir encontrado gente "normal", de esa que no tiene doblez y con la que se vence la pereza de descubrir y de que te descubran. Creo que es importante dejar puertas abiertas, no ir de tan “sobrados”, y acoger nuevas oportunidades. El mundo está repleto de personas interesantes con las que aprender , reír, beber cervecitas ricas y compartir confidencias, sueños y temores.


Gracias, S.,  D. y vuestro churumbel A., por cruzaros en nuestro viaje y por ayudarnos a intentar alcanzar la luna con la mano. Os lo cuento aquí, un espacio “sin mirones” (*).


(*) Una broma entre nosotros fruto de una larga historia ;-)

martes, 2 de abril de 2013

¿Cómo estás de feliz del 1 al 10?


Pregunta simple y rápida que da mucha información. Me gusta hacérsela de vez en cuando a mis amigas.

En estos momentos yo estoy un 9.5, por eso aprovecho para compartirlo; porque me gusta mucho contar "lo bonito de mi vida" y porque se me puede caer el 9 en cualquier momento y quedarse en 0.5 (bueno, ya será menos, exageraaaaaaaada).

El 0.5 restante para alcanzar el 10 hoy se debe a:

- Aún estoy en proceso de recuperación de una etapa por debajo del 5 día sí y día también, llena de sobresaltos, incertidumbres y estrés. Y vacía de letras.
- Me duele la rodilla izquierda.
- Me duele el hombro derecho.
- Me duele la zona lumbar.
- Me duele la muñeca izquierda.
- Mañana me espera otro complicado día de trabajo.
- Personas a las que quiero están en un 4 de felicidad.
- Es la 1:10 de la mañana y no tengo sueño y el despertador sonará...
- Tengo miedo a ser un 10 de feliz.
- Una parte importante de mi felicidad actual depende de una entidad bancaria (pufff, mal rollito).

Estoy pensando yo ahora mientras releo lo que he escrito, que esto que llamo felicidad debe ser otra cosa, pero es por hacerlo más sencillo. Si realmente mi felicidad dependiera de un banco sería entonces desdichada ya toda mi vida, a parte de una materialista asquerosa y simplona que no valora todo lo que tiene.

Vale, entonces lo explico mejor: 
Lo que estoy es muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuy ilusionada, rozando un sueño, decorando el futuro con esperanza, con vistas al mar...